ECUMENISMO SIGLO 21

Avanza el plan de unidad de Francisco tras el encuentro con Cirilo

La palabra cristianismo proviene del griego 'christianós', la que procede del nombre propio 'Christós' o ‘Cristo’, traducción del hebreo Mesías, que significa ‘ungido’. El cristianismo tiene su origen histórico en el judaísmo de comienzos de la era actual. Si bien Jesús de Nazaret se autoidentificó siempre como un judío devoto, Él mismo se identificó como el camino al Padre. Más de 2.100 millones de habitantes del planeta Tierra son cristianos, 33% de la población mundial, la religión con más seguidores del mundo. En una porción importante de ese universo, ocurren sucesos decisivos.

La historia indica que, a partir de los acontecimientos del Pentecostés, el cristianismo se lanzó a un esfuerzo evangelizador global (aunque el concepto aún se desconocía). Por ejemplo, el cristianismo penetró en la Rus de Kiev, según el relato de Néstor el Cronista, desde el siglo I, siendo el apóstol Andrés el evangelizador pionero en esas tierras, quien recorrió la región situada al norte del mar Negro, llegando hasta el río Dniéper, lugar donde se encuentra la ciudad de Kiev, capital de Ucrania.

Es probable que aquellos tiempos hayan sido tan peligrosos para los crisstianos como el siglo 21: datos de la ONG Puertas Abiertas, obtenidos por la cadena de noticias Russia Today, advierten que 322 cristianos son asesinados cada mes por su fe, y 214 iglesias o propiedades cristianas son destruidas. Si bien la mayor parte de la persecución contra cristianos se da en el África subsahariana, según el informe de la ONG, Libia y todo el territorio controlado por ISIS / Estado Islámico también es profundamente hostil.

Durante 2015 en Libia, por ejemplo, fueron asesinados 21 cristianos egipcios coptos a manos de ISIS, 79 refugiados cristianos etíopes y eritreos, y 86 emigrantes eritreos cristianos, que escapaban de la represión política en su país de origen.

Durante la última década, la población cristiana en Medio Oriente declinó de manera dramática. Se estima que quedan 200.000 cristianos en Irak, de 1,5 millón que había antes de la guerra, plantea el portal Religion News. En Siria, los cristianos son preponderantes en la ola de refugiados que escapan a los ejércitos de Estado Islámico y al-Qaeda. Los cristianos coptos en Egipto están en una situación vulnerable.

Agnés-Mariam de la Cruz, monja del Monasterio de San Jacobo el Mutilado, en el Líbano, le explicó a Russia Today que los cristianos en Medio Oriente están “enfrentándose a, quizás, el destino más fatal de toda su historia”. En medio de este drama, el Parlamento Europeo aprobó en enero una resolución en la que califica, por primera vez, como “genocidio”, las atrocidades de Estado Islámico contra cristianos, yazidíes y otras minorías religiosas y étnicas de Medio Oriente.

En este contexto, el papa católico apostólico romano Francisco y el Patriarca de la iglesia ortodoxa rusa Kiril o Cirilo I se encontraron en la sala de espera de un aeropuerto: "El aeropuerto es una encrucijada simbólica. Y cuando las personas se encuentran en una encrucijada, sus encuentros son breves, pero sinceros y profundos", especuló Alexander Shchipkov, uno de los colaboradores de Kiril/Cirilo.

El presidente cubano Raúl Castro recibió a Francisco en la pista del aeropuerto internacional José Martí de La Habana, tal y como había hecho horas antes con el patriarca ortodoxo de Moscú, Kirill/Cirilo. Fue la 2da. visita en 2 meses que Jorge Mario Bergoglio hizo a la isla caribeña.

También estaban presentes los cardenales Jaime Ortega y Alamino (La Habana) y el presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Kurt Koch, personaje clave en esta trama. Con grande reserva, el purpurado suizo tejió durante los últimos 2 meses la trama que permitió el encuentro con el Patriarca, a quien el Papa llamó durante el vuelo desde Roma "Mi querido hermano".

También estaba el otro protagonistas de la negociación: el N°2 de la Secretaría de Estado, el arzobispo Angelo Giovanni Becciu, quien fue nuncio apostólico en Cuba y siempre ha mantenido relaciones cordiales y discretas con el presidente Raúl Castro.

Ecumenismo

El objetivo (a mediano plazo, estructural) del Vaticano es la unidad de los católicos, que encuentra una encrucijada inédita en el breve encuentro cubano entre el Obispo de Roma y el Patriarca de Moscú.

Desde Ciudad del Vaticano escribió el periodista tan allegado a la curia católica, Gianni Valente, en la web Vatican Insider (del diario La Stampa, de la familia Agnelli, igual que Fiat Crysler):

"(...) El actual sucesor de Pedro no impone las propia «línea» de pensamiento, deja caer cualquier condición teológica y cualquier reivindicación de preeminencia jurisdiccional en relación con los Primados de las Iglesias de Oriente. Se archivaron ya las preocupaciones de «administrar» las diferencias y las rivalidades entre las diferentes realidades de la Ortodoxia. La Iglesia de Roma renunció desde hace tiempo a la política «de los dos hornos» en relación con el Patriarcado de Moscú y la Iglesia madre de Constantinopla. Papa Francisco quiso advertir con una carta al 'Hermano Bartolomé» sobre el encuentro con el «Hermano Kiril», pocos días antes del anuncio oficial. La misma premura dedica a todos los jefes de las Iglesias de Oriente, sin importar su «peso» político, siguiendo los criterios de esa eclesiología sinodal que el Pontífice argentino quiere favorecer también dentro de la Iglesia católica.

Para Papa Bergoglio, la red de amistades que se va extendiendo con los jefes de las demás Iglesias no se mide según las relaciones de poder. El encuentro con Kiril será mucho mas que el encuentro con el líder de la entidad más grande de la Ortodoxia, será el abrazo con el líder de una Iglesia de santos y de mártires, que custodió la fe en las décadas del ateísmo forzado, que ha ofrecido a toda la cristiandad tesoros de fe y de espiritualidad de valor inestimable. (...)".

"Cada encuentro es un paso hacia la comprensión recíproca", declaró a la agencia Interfax-Religión el gran muftí de Rusia, Talgat Tadzhuddin, quien recordó que Kiril/Cirilo, durante su desempeño como metropolitano y cofundador del Consejo Interreligioso de Rusia, ha acumulado una "rica experiencia de diálogo'" entre las religiones y las diferentes tradiciones religiosas.

Esta experiencia, añadió, permitió que el encuentro con el Papa sea verdaderamente histórico y que tenga "un efecto benéfico en la situación de los cristianos y sus relaciones recíprocas". Todo ello, precisó, no solo para sanar las heridas y las divisiones del pasado, sino también en relación con el hecho de que desde el Medio Oriente hasta África los cristianos sufren ataques y persecuciones, "una cosa reciente e introducida artificialmente por políticos y extremistas", explicó Tadzhuddin.

Cara y ceca

La Iglesia Católica Apostólica Romana cree que las almas, después de la muerte, van al lugar que llama purgatorio.

La Iglesia Ortodoxa cree que las almas, después de la muerte, esperan el Juicio Final, en un lugar que no es el Paraíso ni tampoco el Hades.

En 1870, el Concilio Vaticano I decidió un nuevo dogma: "La infalibilidad papal", que significa que el Papa "no se equivoca" cuando habla "Ex Cathedra" sobre materia de fe o costumbres.

Este nuevo dogma contradice la enseñanza del Evangelio y la Tradición de la Iglesia.

La Iglesia Ortodoxa bautiza por inmersión, mientras que la Iglesia Romana lo administra por infusión o aspersión.

La Iglesia de Roma exige el celibato a su clero pero la Iglesia ortodoxa nunca prohibió el matrimonio a su clero.

La Iglesia Ortodxa considera al Concilio Ecuménico como Máxima Autoridad de todas las Iglesias, después de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo).

La Iglesia de Roma considera al Papa como la Autoridad Máxima de todas las Iglesias, "Por encima de los Concilios Ecuménicos".

La Iglesia Ortodoxa, cree que cuando los Apóstoles se reunieron en Jerusalén para tratar varias divergencias y temas, ningún Apóstol tomó unilateralmente decisiones.

La Iglesia de Roma basa la Primacía del Obispo de Roma o Papa en que es el sucesor de San Pedro.

Nada de todo esto impide el encuentro entre Francisco y Cirilo I, evento que lleva 2 años de preparación.

Desde 1054, los decretos de excomunión mutua entre el Papa y los jefes eclesiásticos de la Iglesia Ortodoxa (conocido como Cisma Oriente-Occidente), los mantuvieron separados.

En 2016, el encuentro llega en ocasión de la desesperada necesidad de realizar esfuerzos conjuntos por los cristianos de Medio Oriente, que se encuentran en una situación crítica.

La Iglesia Ortodoxa Rusa estuvo desde 2012 manifestando su preocupación por los cristianos de zonas controlada por yihadistas. En su cruzada por ayudarlos, ellos estuvieron reunidos con el presidente Vladimir Putin, explicó el portal InfoVaticana.

Cuando el Gobierno ruso decidió emprender los ataques contra el Estado Islámico, en el último trimestre de 2015, líderes ortodoxos llamaron a la lucha contra el terrorismo, una “Guerra Santa”.

El patriarca Cirilo le escribió una “apasionada carta” a Barack Obama, “implorándole que dejara de empoderar a los asesinos de los cristianos,” según revela el portal.

China y Siria

Para Kevin Ahern, profesor asistente de estudios religiosos del Manhattan College, Francisco tiene 2 ítems principales en su agenda 2016, que podrían recibir nuevos bríos como consecuencia del encuentro con Cirilo.

Uno de ellos es Medio Oriente, y el otro es China.

Por ejemplo, los acuerdos podrían ayudar a proveer apoyo ruso a los esfuerzos de la Iglesia Católica Apostólica Romana en Beijing, epicentro económico y cultural de la región del mundo menos alcanzada por el catolicismo, y en la que el Papa tiene puesto sus ojos hace rato.

La reunión con Cirilo –que según el periódico digital Religion News se viene negociando en secreto desde hace 2 años-, más allá de los beneficios que podría traerle a Francisco, también dará picazón a más de uno: “Las Iglesias católicas orientales encontrarán esto complicado. Imagino a los católicos ucranianos preguntándose qué quiere decir (el encuentro), teniendo en cuenta que todavía hay guerra en su país”, le advirtió Ahern al portal American Magazine.

Para Ahern, se trata de una movida complicada para Francisco. “Como los católicos orientales y Rusia, muchos católicos en la región China (incluyendo obispos de Hong Kong), no quieren ver al Papa dialogando con Beijing.” Es fino el hilado que deberá tejer Francisco para cumplir sus objetivos de agenda. Cada movida arriesgada puede ganarle o restarle simpatías.

El mayor foco de controversia entre el Patriarcado de Moscú y el Vaticano es el conflicto entre los ortodoxos ucranianos y los fieles de la Iglesia Greco-Católica en ese país, o Uniatas, que cumplen el rito ortodoxo pero reconocen la primacía universal del Papa.

Según Moscú, la Iglesia Greco-Católica en Ucrania realiza un proselitismo en lo que considera 'su' territorio canónico. “A finales de los años 1980, durante el proceso de reconstrucción de la Iglesia Greco-Católica ucraniana en las regiones occidentales de Ucrania, el patriarcado de Moscú sufrió la expropiación de prácticamente todas sus iglesias", afirmó el portal Russia Today.

Luego, agregó que hasta el presente, la Iglesia Canónica Ortodoxa Ucraniana afronta numerosas dificultades a la hora de construir templos en la zona occidental del país, “mientras se expanden las actividades proselitistas de los greco-católicos en las partes del sur y del este de Ucrania, tradicionalmente ortodoxas”.

La Iglesia Ortodoxa Rusa ha denunciado que los greco-católicos, en la guerra civil en Ucrania, se han alineado exclusivamente con una de las fuerzas beligerantes, contribuyendo a la polarización de la sociedad. Durante el anuncio del encuentro con Francisco, el Patriarca Ruso aseguró que, pese al acercamiento, Ucrania es una “herida sangrante”, informó el portal ReligionNews.

Moscú, el “gran amor no correspondido”

De la excomunión mutua en 1054, tuvieron que pasar 900 años hasta que en 1964, el Papa Pablo VI y el Patriarca de Constantinopla, Atenágoras, se encontraron y revocaron aquel pronunciamiento.

Hay que recordar que el cristianismo ortodoxo está compuesto por varias Iglesias, ubicadas en gran parte en Europa del Este y en Medio Oriente, agrupadas según nacionalidad, lengua, tradiciones culturales y cuestiones teológicas.

El Patriarca de Constantinopla es el líder formal de la Ortodoxia, pero cada Iglesia tiene mucha independencia. No existe aquí la verticalidad de la Iglesia Católica Apostólica Romana. A partir de 1964, papas y patriarcas diversos han tenido subsecuentes encuentros.

Cirilo, por ejemplo, ya estuvo reunido en el Vaticano con Juan Pablo II y Benedicto XVI, pero en ese entonces él ocupaba el cargo de jefe de Relaciones Exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Rocco Palmo, periodista especializado en el tema, le dijo a Foreign Policy: “Bajo Juan Pablo II, bajo Benedicto XVI, Moscú ha sido el gran amor no correspondido, el objetivo supremo. Desde la reunión entre Pablo VI y el patriarca ecuménico Atenágoras, la relación se ha vuelto progresivamente mejor – incluso las discusiones en torno a la preocupación sobre territorio canónico, que eran una gran dificultad.” Ambas partes comparten la preocupación por la civilización cristiana toda, a la que ven en riesgo, afirma Palmo.

La historia

La Iglesia Ortodoxa Rusa tiene sus raíces espirituales en el bautismo de los eslavos, en el año 988.

El cristianismo ya había penetrado en la Rus de Kiev (el Estado eslavo antiguo, al que los pueblos modernos de Bielorrusia, Ucrania y Rusia reivindican como el origen de su legado cultural) en el siglo I, según el relato del monje Néstor el Cronista.

Explica Wikipedia que, hacia el siglo 4, ya existían varias diócesis en la Rusia meridional, pero la expansión definitiva del cristianismo hacia todo el país tuvo lugar en el siglo 9, cuando los pueblos bajo el mandato de Kiev iniciaron relaciones con las autoridades de Constantinopla.

En ese momento comenzó, además, el comercio entre el pueblo Rus y los griegos.

Por entonces, Cirilo y Metodio predicaron a los eslavos.

Cirilo (o Constantino, 827–869) y Metodio (815–885), "los apóstoles de los eslavos", eran 2 hermanos provenientes de Tesalónica, en el Imperio bizantino, convertidos en misioneros primero en Crimea y después en el Imperio de la Gran Moravia. Se les considera inventores y expansores del alfabeto glagolítico, usado en manuscritos eslavos antes del desarrollo del alfabeto cirílico, derivado del alfabeto griego con elementos de los alfabetos copto y hebreo, que a su vez sigue utilizándose en varias lenguas eslavas.

Pero en el año 988, Vladimiro I de Kiev, contrajo matrimonio con la hermana del emperador Basilio II, y se bautizó, adoptando la confesión religiosa del Imperio bizantino como religión estatal.

La Iglesia ortodoxa rusa era dependiente del Patriarcado ecuménico de Constantinopla.

“Es interesante notar que, a pesar de haber sido creada bajo la autoridad espiritual de Constantinopla, la Iglesia eslava, inicialmente basada en Kiev, no rompió instantáneamente los lazos con Roma en respuesta a la pelea de 1054, las noticias tardaban mucho en llegar en aquellos días. Así que podría decirse que el Patriarca Cirilo tuvo algunos antecesores remotos (en el sentido de que eran líderes de los cristianos eslavos) quienes estaban en comunión total con Roma”, explica el semanario británico The Economist.

Cuando la capital fue trasladada a Moscú, en 1328, cuando los mongoles destruyeron Kiev, su metropolita usó el título de "Metropolita de Kiev y Moscú", y en 1461, se convirtió en el "Metropolita de Moscú y toda Rus"

Durante el siglo 14, la Iglesia ortodoxa -vía Sergio de Rádonezh y el metropolita Alejo de Moscú- tuvo un papel central en la supervivencia de la nación rusa.

En 1652, el patriarca Nikon reformó la liturgia y ritos de la Iglesia ortodoxa rusa para adecuarlos a la Iglesia ortodoxa griega, reforma que resultó en una subordinación mayor del estamento eclesiástico al Estado, lo que impulsó una resistencia del pueblo, y sucedió un cisma.

Pedro el Grande suprimió el Patriarcado, y hasta Nicolás II, la Iglesia ortodoxa rusa fue administrada por el Santísimo Sínodo Gobernante bajo la supervisión del Imperio ruso.

Después de la Revolución bolchevique de 1917, 1 millón de rusos marcharon al exilio, y la Iglesia ortodoxa se dispersó por varios países. Aquel año, el gobierno soviético, en aras de la separación de la Iglesia del Estado, suprimió el Santo Sínodo Gobernante y restituyo la institución del Patriarcado.

Una cuestión de lealtad

El Patriarca Sergio decidió, en 1927, proclamar su lealtad al gobierno soviético y llamar a la Iglesia exiliada a colaborar con el nuevo orden político. El clero en el destierro decidió desconocer la autoridad del Patriarca Sergio y de los sucesivos Patriarcas de Moscú, provocando un cisma en la ortodoxia.

La persecución religiosa en la por entonces Unión Soviética tomó formas diferentes. Todos los teólogos y líderes de la Iglesia ortodoxa rusa fueron exiliados durante la década de 1920 o ejecutados en la década de 1930. Entre 1917 y 1937, fueron detenidos 136.000 clérigos de los cuales 95.000 fueron asesinados.

Los templos como la Catedral de San Basilio y las catedrales del Kremlin de Moscú fueron convertidos en museos. Algunos fueron demolidos, tal como la Catedral de Cristo Salvador y la Catedral de Nuestra Señora de Kazán.

Pero la invasión alemana del 22/06/1941 cambió todo: Josef Stalin autorizó a los obispos y sacerdotes a bendecir en ceremonias públicas las banderas de los regimientos que partían al frente; e incorporó capellanes en las Fuerzas Armadas que administraran los sacramentos a los combatientes. Los templos fueron reabiertos. Muchos obispos y sacerdotes fueron liberados de los gulágs. El 04/09/1943 hubo una reunión de Stalin con los metropolitas Serguéi Starogorodski, Alexéi Simanski y Nikolái Yarushévich en el Kremlin para restablecer el Santo Sínodo de Moscú y el patriarcado.

Bajo distintos gobernantes rusos, las relaciones entre el Estado y la Iglesia fueron variando. La Iglesia Ortodoxa Rusa sufrió las vicisitudes de la historia soviética, durante el siglo 20.

Nikita Jrushchov regresó a la persecución hasta que el 29/04/1988 hubo una reunión de metropolitas con Mijaíl Gorbachov, en el Kremlin, para celebrar el milenio de la cristianización de la Rus de Kiev.

En septiembre de 1978, el papa Juan Pablo I y el arzobispo ortodoxo Nikodim de Leningrado -quien era casi el líder 'de facto' de la Iglesia Ortodoxa Rusa en ese momento, ya que el patriarca Pimen estaba recluido y fuera de actividad- se reunieron en Roma.

Nikodim, de 48 años por entonces, tuvo un ataque al corazón que resultó fatal durante el encuentro, explica The Economist, y recibió la última plegaria de parte del Papa quien, paradójicamente, murió 3 semanas después! Había comenzado su papado 1 mes antes.

El jueves 17/05/2007 se firmó, en la Catedral de Cristo Salvador (Moscú), el "Acta de comunión canónica" entre el Patriarca Alexei II (Patriarcado de Moscú y toda Rusia) y el Metropolitano Laurus (Iglesia rusa en el exilio), en presencia del presidente ruso Vladímir Putin, poniendo fin a casi 90 años de cisma.

Según esta Acta, el Patriarcado de Moscú reconoce la autonomía de la Iglesia ortodoxa rusa en el exterior, que elegirá a su Metropolitano de acuerdo a su propio reglamento pero a ratificar por Su Santidad y el Santo Sínodo del Patriarcado de Moscú.

Volviendo al encuentro entre Francisco y Cirilo, ahora hay que esperar a conocer la profundidad y confiabilidad de la ejecución de la agenda común.

Según Ahern, de la American Magazine, por más entusiasmo que pueda suscitar la reunión, una verdadera “revolución ecuménica” hubiese sido que se encontraran el Papa, los rusos y los griegos.

En el futuro, Francisco deberá hacer algo más que construir los puentes: también deberá “conseguir que la gente a ambos lados lo acompañe a cruzarlos”, asegura Ahern.

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