"IMPURAS"

Zwi Migdal, una historia de trata de personas aún por contar

Zwi Migdal fue una red mundial de trata de personas que operó entre 1906 y 1930 con sede en Ciudad de Buenos Aires. Estaba conformada por delincuentes de origen judío que se especializaban en la prostitución forzada de mujeres judías. En su apogeo, luego de la 1ra. Guerra Mundial, la organización tenía más de 400 miembros en la Argentina. Llegó a obtener ganancias anuales por más de US$50 millones. Buscando la verdad acerca de Zwi Migdal, Daniel Najenson y Shlomo Slutzky filman una trama de la historia comunitaria que se mantuvo bajo un manto de misterio durante décadas. Al contrario de otras comunidades de inmigrantes que no lucharon contra sus propias mafias, la dirigencia judía actuó muy dignamente en contra de la Zwi Migdal, pero luego hizo lo posible para borrar este triste capítulo de sus memorias. Peor aún fue la injusticia de catalogar a las víctimas de esta mafia como "impuras" sin comprender que esas mujeres fueron víctimas de una organización delictiva. El autor de la nota publicada en el periódico Nueva Sión, es es cinematógrafo y productor.

N. de la R.: En 1906 conformaron en Avellaneda —distrito dominado por el caudillo conservador Alberto Barceló, dueño de burdeles— la "Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Varsovia de Barracas al Sud y Buenos Aires" o simplemente: "Varsovia". Era sólo fachada legal ya que era el único distrito que le concedió la personería jurídica; la verdadera central de operaciones de la mafia polaca se encontraba en Ciudad de Buenos Aires, en la calle Córdoba 3280, un edificio de 2 plantas con jardín, sinagoga, salón de fiestas, bar, comedor y sala de velatorios, entre otras dependencias. Su primer presidente fue Noé Trauman, de quien se dice que era anarquista, acostumbraba arengar a los rufianes con reflexiones sobre las injusticias sociales -los verdaderos explotadores, decía, eran los empresarios que pagaban míseros salarios a sus obreros a cambio de largas jornadas de trabajo- y que fue amigo de Roberto Arlt e inspirador de Haffner, el rufián melancólico, uno de los personajes de Los 7 Locos. El 1er. enclave prostibulario fue delimitado por las calles Lavalle, Viamonte, Libertad y Talcahuano. La organización tenía sus burdeles sobre las calles Junín y Lavalle. Allí se encontraban El Chorizo, Las Esclavas, Gato Negro, Marita y Las Perras, entre otros prostíbulos, donde las mujeres sometidas a la prostitución trabajaban de 16:00 a 4:00. Las jóvenes trabajaban a destajo; los proxenetas, caftenes o cafishios, exigían que las mujeres atendieran a un mínimo de 600 clientes por semana y 70 por jornada. Con el tiempo la organización se escindió: los rufianes de origen polaco se quedaron con la sociedad, mientras que los rusos y los rumanos se nuclearon en la Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Aschkenasum, presidida por Simón Rubinstein, dueño de varios prostíbulos y sindicado como contrabandista de seda. La Aschkenasum logró controlar todos los burdeles de la localidad de San Fernando.
 
 
por PABLO ARCUSCHIN
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Nueva Sión). El 27 de septiembre de 1930, se llevó a cabo el proceso judicial que puso al descubierto y marcó el fin de las actividades de la Zwi Migdal, una organización internacional dedicada a la trata de mujeres con sede en Buenos Aires y cientos de miembros en varias ciudades de argentina y el mundo.
 
La Zwi Migdal comenzó sus actividades en Argentina a fines del siglo XIX, fundada por inmigrantes judíos provenientes de Europa quienes utilizaron la "Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Varsovia de Barracas del Sud y Buenos Aires" (conocida como "Varsovia") para encubrir sus actividades ilegales.
 
Al momento de descubrir la verdadera actividad de la organización, la comunidad judía comenzó una dura campaña de rechazo contra los miembros de la misma, quienes fueron catalogados "impuros" y les fue prohibido el ingreso a las instituciones de la comunidad e incluso más tarde se les prohibió ser enterrados en el cementerio judío. Pero la verdad salió a la luz cuando Raquel Liberman consiguió denunciar a la Zwi Migdal a las autoridades. 
 
La oscura historia de la Zwi Migdal quedó durante muchos años sepultada bajo una invisible manta que la vergüenza y el miedo se encargaron de sostener. Pocas son las personas que la conocen y algunos continúan pensando que son solo rumores.
 
Hace dos años, el cineasta israelí (hijo de argentinos) Daniel Najenson comenzó a desarrollar una investigación sobre el tema para realizar una película que será filmada en Argentina y en Israel durante los próximos meses. El proyecto ya cuenta con el apoyo del Canal 1 Israelí, y el Fondo de fomento del Cine Documental Israelí.
 
La semana pasada me encontré para conversar sobre el proyecto con Daniel (35) y con su productor Shlomo Slutzky (58), quien produjo "El año que viene en ... Argentina", "El tercero en camino", "Sin punto y aparte", entre otras películas.
 
Durante mayo, Shlomo y Daniel van a estar en Argentina continuando la investigación para la película y filmando algunas primeras tomas. Luego, durante octubre y noviembre, volverán nuevamente para terminar de filmar la película, que aparentemente será estrenada en 2016.
 
-¿Cuál es tu relación con la Argentina?
 
Daniel: -Mis padres son argentinos. A fines del siglo XIX mis abuelos llegaron a Moisesville escapando de Lituania y en los años ‘70 mis padres se vieron obligados a emigrar. Yo nací en México, donde vivimos varios años antes de llegar a Israel, siempre impregnados de la cultura argentina, desde el idioma, canciones, costumbres, incluyendo la del mate...
 
Shlomo: -Debo decir que los nombres de los padres de Daniel -el poeta, escritor y promotor de intercambio cultural israelí-latinoamericano José Luis Najenson y su madre Naomí Najenson, que trabajó décadas dirigiendo actividades relacionadas con Latinoamérica en la Agencia Judía, me eran conocidos desde años atrás y fueron una garantía de "buena educación" judeo-argentina de Daniel , cuando me sumé a su proyecto.
 
-¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste sobre la Zwi Migdal?
 
D: -Hace diez años, paseando con mi tío, él me mostró un edificio y me comentó que en el pasado en la planta baja de ese palacete funcionaba una sinagoga y en el primer piso un prostíbulo. No dijo nada más del tema y yo no pregunté en ese momento. Pero la historia quedó rondando en mi cabeza hasta el día de hoy. Nunca pude comprender por qué nadie había hablado nunca de la historia de esa organización en ninguno de mis círculos, y más aún me sorprendió descubrir que casi nadie ha contado esa historia tampoco en la comunidad judía, ni internamente, ni externamente.
 
-¿Por qué el proyecto surge ahora?
 
D: -Hace dos años retomé ese comentario de mi tío y decidí transformarlo en un proyecto personal. Creo que hoy he alcanzado una madurez personal y profesional (NdR: Daniel es egresado de la prestigiosa escuela de Cine Sam Szpiegel y en estos momentos se encuentra en proceso de post-producción del primer largometraje documental dirigido por él) que me permite enfrentarme a estas preguntas y emprender este proyecto de tan grandes magnitudes. Hoy más que nunca quiero entender por qué esta historia ha sido sepultada, ha sido ocultada por casi tres generaciones, tanto en Argentina como en Israel.
 
-Cuéntenme un poco sobre el proyecto…
 
D: -El proyecto es un largometraje documental que será filmado en Argentina y en Israel, que intentará sacar a luz esos testimonios que han sido ocultados durante tanto tiempo. Espero que con la realización de esta película podamos por un lado romper el extraño pacto de silencio de los víctimas y victimarios. Hay que entender que es un proyecto muy difícil de realizar ya que la organización dejó de funcionar a comienzos de los años 30' por lo que casi no quedan testigos vivos. Y aquellos que todavía pueden aportar información, sea que están relacionados directa o indirectamente con los victimarios o con las víctimas, tienen -cada uno por su lado- razones para callar.
 
Sh: -Lo que es interesante de este caso es que por un lado los parientes o cercanos de las víctimas tienen miedo a atestiguar por temor a ser catalogados en relación a las víctimas que durante muchos años, e incluso hasta hoy, fueron catalogadas de "impuras". Y por otro lado, las personas relacionadas con los victimarios, que hoy son herederos de las fortunas que se hicieron con el comercio de esas mujeres, no tienen interés en ser relacionadas con el tema y más aún, prefieren que no se hable del mismo.
 
D: -Hay un proceso de silenciamiento mutuo y pasivo por ambas partes.
 
-Siendo tan difícil llegar a testigos, ¿de dónde consiguen el material?
 
D: -Casi no hay testigos vivos pero hay testimonios. Hay familiares o personas cercanas de víctimas de la organización, hay historiadores y sociólogos de la comunidad que nos han aportado mucha información y hay mucha documentación. Una de nuestras principales fuentes es Ezrat Nashim, una organización que se fundó en los años ‘20 del siglo XX con el objetivo de ayudar a mujeres, especialmente en la lucha contra la prostitución y el tráfico de mujeres. Los archivos de esta organización (3600 carpetas halladas hasta el momento) están guardados en la biblioteca nacional israelí e incluyen bastantes cartas personales pidiendo el involucramiento de las autoridades en la ayuda de mujeres prostituidas. La mayoría de los archivos están escritos en español o en idish. Pero en estos momentos nuestros esfuerzos están invertidos en llegar a esas personas que tienen información cercana, conocidos, parientes que puedan atestiguar, sacar esta historia a la luz.
 
-¿Cómo reaccionan esas personas que están relacionadas con el tema?
 
D: -La primera reacción es de retracción, de sospecha. "Vienen a hablar mal de la comunidad judía", piensan. Los miembros de la comunidad tienen miedo de ser vinculados con la Zwi Migdal, tienen miedo que alguien externo quiera sacar la historia a la luz para difamar a la comunidad. Por ejemplo, cuando busqué ayuda para traducir archivos del idish al español, bastantes personas que hablan idish se negaron a ayudar en el momento que entendieron que los documentos están relacionados con la Zwi Migdal.
 
Nuestra intención es totalmente la contraria. Antes que nada yo creo que la historia de esta organización tiene que salir a la luz y no puede quedar impune. La dirigencia de la comunidad judía, que actuó muy dignamente prestando lucha a esta organización, al contrario de otras comunidades de inmigrantes que no lucharon contra sus propias mafias de proxenetas, fue la misma dirigencia que luego trató de ocultar este capítulo en su historia. Y aún más, la misma comunidad que cometió la injusticia de catalogar a las víctimas de esta mafia como "Impuras" sin comprender que esas mujeres fueron víctimas de una organización mafiosa que las obligó a ejercer la prostitución en contra de su voluntad.
 
Con esta película nosotros queremos que se sepa la verdad, que esa injusticia histórica pueda ser corregida, y para eso necesitamos la ayuda de aquellos que puedan aportar información.
 
-¿Cómo piensan que la película será recibida en Argentina?
 
D: -Con sospechas. Es decir, creo que muchos argentinos van a llegar al cine con sospechas del tema y del enfoque con el que la película o el director va a encarar el tema, y espero que salgan con algún tipo de esclarecimiento, que la película pueda aportar a la comunidad judía una visión a un tema que durante años permaneció sepultado, ocultado interna y externamente.

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